Helen Shulkin | Ritmo, color y composición

Por Nayeli Hernández Flores

Imágenes: Cortesía Helen Shulkin

Cuando era pequeña, Helen Shulkin encontró un par de tubos de óleo en casa de su madre, en Bielorrusia, sin pensarlo abrió uno de ellos y exprimió su contenido en papel.

El olor tan específico del óleo realmente la impresionó, marcando un antes y un después en ella, esa niña quería entender cómo trabajar con el material que acababa de descubrir y hasta la fecha nunca ha tenido suficiente de ello.

“El arte es el resultado de la búsqueda creativa sincera del artista, que puede inspirar y tocar no sólo los sentidos estéticos, sino también las cuerdas espirituales más íntimas de cada persona, incluso aquellas que no son sofisticadas en el arte. La sinceridad es el criterio más importante en el arte para mí. El arte sincero me sumerge en una hipóstasis ideal del objeto y del espacio. Es decir, ya no es una sombra de imagen o un falso conocimiento de la realidad, como argumentaba Platón, sino la esencia misma.” - Helen Shulkin.

Su evolución como artista se puede percibir a través de su trabajo en tres periodos principales, el periodo de estudiante, el periodo experimental y el periodo establecido, todos ellos centrados en los espacios arquitectónicos.

El primero de ellos se inspiró en sus viajes por las ciudades del sur de Europa y las obras de este período temprano están llenas de colores brillantes y exuberantes. Las ciudades se retratan como música de jazz con ritmo e improvisación.

“Este período estuvo marcado por la libertad absoluta de la creatividad, donde aún no pensaba en el contenido interno de lo que estaba creando. Después comencé a visitar con frecuencia ciudades alemanas como Hamburgo y Frankfurt, donde los espacios industriales y post-urbanos me causaron una fuerte impresión. Así dio inicio mi período de transformación, donde comencé a experimentar mucho con técnicas, materiales y, sobre todo, en la búsqueda de mí misma” - Helen Shulkin.

Después de mudarse a Hamburgo en 2021, terminó su período experimental de búsqueda y Helen llegó al contenido interno de su trabajo. El estallido de la guerra en Ucrania, donde viven sus familiares, estableció los puntos finales.

Así, los espacios post-arquitectónicos en sus obras más recientes representan una variedad de ciudades ricas que están al borde de perder su equilibrio, listas para colapsar, de esta manera la artista rompe espacios, distorsiona el tiempo y construye estructuras en movimiento irreversible, donde la catástrofe puede ocurrir en cualquier momento.

“Para mí, la pintura se trata principalmente de color. La pintura me habla en el lenguaje del color, el cual tiene varias dimensiones que soy capaz de descomponer en todos sus elementos constituyentes, como hace el perfumista del libro de Süskind con el perfume. Estos componentes integran la historia de una pintura.” - Helen Shulkin.

Inspirada por el ritmo, el color y la composición, Helen expone lo más profundo de su intimidad a través de sus obras, las cuales ha tenido la oportunidad de presentar en diversas muestras y galerías, ante la mirada de los asistentes, sin duda un momento sumamente emotivo para ella.

“Definitivamente es un momento muy conmovedor. Es como si estuviera exponiendo mi alma. A veces quiero salir corriendo, pero me quedo y observo cada músculo del rostro de los espectadores que miran mi trabajo.” - Helen Shulkin.

Desde su formación, brillante y multifacética, en la Universidad Estatal de Bielorrusia Minsk con el profesor Shikulin, Helen recuerda como el momento más significativo de su carrera la compra de su primera obra en 2014, por un coleccionista.

“Fue un escultor británico de Brighton. Había vendido trabajo antes, pero lo hice como una comisión. Trabajar por encargo es una especie de humillación para mí, pero reconozco que a veces es necesario para salir adelante. El arte no puede hacerse por encargo porque restringe la libertad, y la libertad es una condición necesaria para el arte. Por eso, vender la primera obra que no hice por encargo fue un momento muy importante en mi carrera”.  - Helen Shulkin.

Desde esa pequeña que exprimió su primer tubo de óleo sobre papel, hasta la artista influenciada por la vulnerabilidad de la guerra, Helen Shulkin continúa disfrutando su proceso artístico, donde a través de la creación de cada pieza de arte, siempre está resolviendo un problema creativo, como piezas de un rompecabezas infinito, el cual continúa descifrando en cada obra.