Casa Santa Clara | Suprema destreza de materialidad y texturas

Martorell Arquitectos

Imágenes: Jorge Silva

Los habitantes de Casa Santa Clara son una familia sumamente sociable que disfruta con gran frecuencia de reuniones con amigos y familiares. Por esta razón se diseñó el proyecto buscando crear un espacio de convivencia completamente abierto, con una relación directa que difumine en sus interacciones la división entre interior y exterior.

El programa arquitectónico está dividido en tres secciones principales, lo social, lo privado, y los servicios. Cada uno de ellos complementándose en sus interacciones. El acceso es a través de un puente que desarrolla un recorrido conjugado por el juego entre una celosía, un espejo de agua y una escultura, mismos elementos que nos acompañan para dirigir el paso a un vestíbulo con doble altura custodiado por un olivo.

En este vestíbulo conviven, un pasillo, que remata en una escultura en el exterior de la casa, mismo que nos conecta con el medio baño y la recámara de visitas; una escalera y un puente que acceden a las partes más íntimas del proyecto y sus servicios; y la parte social, protagonista desde el acceso a la casa por ser ampliamente abierta, así el comedor, el family room y la cocina, conviven en un mismo eje paralelo a la terraza y alberca complementándose con la estancia a doble altura con una chimenea a espaldas del olivo.

En los espacios complementarios de esta planta se encuentra la recámara para visitas con baño y vestidor, la cual cuenta con su propia terraza. Entre la fachada principal y esta recámara encontramos un medio baño a doble altura con cada detalle proponiendo un espacio inolvidable, donde el espejo de agua se integra de manera discreta y un muro de espejo deja en privado el área del retrete. La doble altura da pauta para generar un juego de luces junto con la entrada del sol desde la parte superior a través de un sistema de pérgolas que crean la ilusión de un plafón flotante formado por elementos tridimensionales.

La cocina de nogal y granito queda integrada por un desayunador en relación directa con el comedor y cuenta con su propio acceso lateral desde el estacionamiento y unas escaleras que la conectan con las áreas de servicio.

En cuanto a las recámaras, están ubicadas en planta alta, todas cuentan con baño completo y vestidor, y quedan resueltas con una terraza común y vistas a la alberca y el campo de golf, gran protagonista de las vistas de todo el proyecto. Estas se materializan con dos elementos primordiales al proyecto, mármoles y nogal. A su vez las recámaras están complementadas por una sala de televisión con la misma paleta de materiales, y en relación directa a la doble altura, así como una recámara de servicio con área de lavado y tendido a través de un puente.

Dentro de los servicios complementarios de la casa existe un cuarto de máquinas ubicado en un sótano contiguo a la alberca, se cuenta con un área de estacionamiento para cinco autos, un cuarto de usos múltiples, y una bodega.

La materialidad exterior de la fachada principal de Casa Santa Clara esta formada por tres volúmenes, el primero en su naturalidad de concreto aparente y los otros dos en la limpieza del minimalismo en color blanco, estos se conjugan con un muro celosía de metal negro para proveer de privacidad al acceso y un techo también de metal negro con un pergolado que cobija a quien accede a la casa.

Las fachadas laterales plasman una transición del brutalismo volumétrico de la fachada principal a una fachada posterior resuelta con elementos metálicos en color negro que dan privacidad a los servicios de las recámaras en planta alta y generan esta sensación de un volumen que flota y se abre a las vistas privilegiadas del campo de golf.

La fachada posterior es protagonista de la intensión de crear vistas a través de toda la casa hacia la zona del campo de golf. Con la sobriedad de canceles en color negro junto con la piel metálica del mismo color, el volumen superior se proyecta hacia la parte posterior para así generar sombra sobre la terraza de la casa.

Con 1000 m2 de construcción, el uso de mármoles es simbólico en toda la casa, están presentes en todo el interior y el exterior. Estos se plasman conjugados con madera de nogal en los interiores creando atmósferas que deleitan la percepción de cada espacio, generando una dialéctica entre lo cálido del nogal y lo sobrio de la limpieza propia del mármol. Dejando los muros en color blanco, para enmarcar los mármoles y la madera, y detallando ciertos muros en color gris oxford para generar remates espaciales.

El family room cuenta con una gran mampara de madera de nogal que permite crear un espacio privado o público de acuerdo a las necesidades de la convivencia en planta baja, con elementos de nogal y el juego de una variedad de mármoles claros y oscuros el ambiente nos invita a relajarnos junto con un bar con contra-barra adosada al muro de elementos metálicos que generan una cava flotante y la dialéctica material entre mármoles y el nogal.

Martorell Arquitectos busca generar experiencias y Casa Santa Clara no es la excepción, por ello, la materialidad y texturas juegan un papel importante en este proyecto al elegirse una paleta precisa y determinada para este propósito, predominando tres elementos desde el exterior: concreto aparente, nogal y mármoles. Con ayuda de los mismos se fueron creando espacialidades que se conjugan de manera natural conforme se vive la espacialidad de la casa.